Dialogo franco por la reconciliación (#Cuba #Miami)

Por Daniela Montano.

En días recientes circuló por la red un material audiovisual sobre la organización Raíces de Esperanza, donde se ilustran los vínculos de esta con organizaciones de extrema derecha e instituciones gubernamentales estadounidenses. No es primera vez que leo algo similar; 1ó 2 años atrás, también se publicaron artículos con argumentos análogos; a raíz de unos celulares que Raíces estaba ¨ regalando ¨ y de las intrigas (o como se dice en buen cubano ¨ chanchullos ¨), que propiciara Felice Gorordo, durante el concierto por la Paz ¨. Elementos que me motivaron a un par de horas en Google, a fin de vislumbrar que diálogo y sociedad aspira fomentar Raíces en Cuba.

Partiendo de que tienen a George Bush y a José María Aznar entre sus principales mentores, deduzco cuales son los principios sobre los que se sustenta esta ONG. Estaríamos hablando de la democracia del Plan Bush para Cuba, que es la misma que avala el financiamiento para derrocar y desestabilizar gobiernos extranjeros, la que permite instrumentar campañas mediáticas a fin de justificar guerras preventivas y masacrar pueblos como Afganistán o Irak o la que legitima las torturas en la base Naval de Guantánamo.

 

Si consideramos la formación de los principales directivos de Raíces (estrictamente ligada a la Casa Blanca), estoy convencida que los proyectos para Cuba, no son fruto de la improvisación y que no es casual que se correspondan con la línea subversiva de programas y acciones que promueve el Departamento de Estado, a través de la USAID y el Fondo Nacional para la Democracia (NED), a fin de incrementar el acceso a Internet en los llamados ambientes hostiles, mediante la diseminación de soportes informativos a segmentos claves de la población.

Siendo así, no es cosa del azar los mensajes sutiles que tratan de asociar a Siria con Cuba. Todo indica que la primavera árabe está entre las experiencias que quieren trasladarnos a los jóvenes cubanos.

Para no redundar en las relaciones que mantienen con organizaciones y elementos anticubanos, solo voy a particularizar tres casos, que a mi juicio son los mejores exponentes de cómo Raíces pretende implementar el llamado cambio pacífico y la supuesta defensa de los derechos humanos y civiles Cuba.

 

Primeramente Diego Suárez del Consejo para la Libertad de Cuba y uno de los financistas principales del terrorista Luís Posada Carriles. Le sigue Orlando Gutiérrez; impulsor de la huelga de hambre que costara la vida a Orlando Zapata y promotor de acciones desestabilizadores durante la visita del Papa Benedicto XVI.

Y finalmente Carlos Alberto Montaner, también con antecedentes terroristas en  la Isla y reconocido agente de la CIA.

Resulta obvio que  terrorismo, guerra preventiva, acciones desestabilizadoras, primavera árabe… son términos que no armonizan con ¨ un diálogo franco y respetuoso, en un clima de libertad de ideas ¨ y que no tendrán cabida nunca dentro de la agenda para la reconciliación y reunificación de la nación cubana.

El gobierno cubano ha reiterado su disposición a dialogar con las autoridades estadounidenses, sobre la base del respeto a nuestra soberanía, sin condicionamientos y conforme a los principios de la convivencia pacífica. Existen campos de interés bilateral en los podríamos avanzar, aún en el marco del bloqueo; muchos de ellos priorizados para EE.UU., como el enfrentamiento al narcotráfico, las comunicaciones, el transporte aéreo y el sector energético, sin descontar los intercambios de experiencia para sortear los efectos de los desastres naturales que tanto dolor causan en los seres humanos.  Igualmente el gobierno cubano ha dado pasos significativos en aras de ajustar las políticas migratorias acordes al nuevo contexto político, económico y social de la Isla y a fin de normalizar enteramente las relaciones con la migración.

Pero no avanzaremos hacia la normalización de las relaciones, sino fraguamos un ambiente de confianza, si continuamos con agendas y metas ambiguas, si persisten los acosos y las presiones.  Bajo estas condiciones hostiles, no es posible que fructifique diálogo alguno.